Fervor de Buenos Aires
“Las cosas que le ocurren a un hombre les ocurren a todos” Pág 11
“Si las páginas de este libro contienen algún verso feliz, perdóneme la descortesía de haberlo usurpado yo, previamente. Nuestras nadas poco difieren, trivial y fortuita la circunstancia de que seas tú el lector de estos ejercicio, y yo su redactor.”
La recoleta
Equivocamos esa paz con la muerte
y creemos anhelar nuestro fin
y anhelamos el sueño y la indiferencia
Vibrante en la espada y en la pasión
y dormido en la hiedra,
sólo la vida existe.
El espacio y el tiempo son formas suyas, son instrumentos mágicos del alma,
y cuando ésta se apague,
se apagarán con ella el espacio, el tiempo y la muerte,
como al cesar la luz
caduca el simulacro de los espejos
Calle desconocida
“que toda casa es un candelabro
donde la vida de los hombres arden
como velas aisladas” Pág 23
El truco
“cuarenta naipes han desplazado la vida”
“En las lindes de la mesa
la vida se detiene.
Adentro hay un extraño país:
las aventuras del envido y del quiero,
la autoridad del as de espada
como Juan Manuel, omnipotente,
y el siete de oro tintineando esperanza” Pág 27
Inscripción sepulcral.
La audacia fue costumbre de su espada
Ahora es un poco de ceniza y de gloria.
Rosas
“En la sala tranquila
cuyo reloj austero derrama
un tiempo ya sin ventura ni asombro”
“Hoy el olvido borra su censo de muertes,
porque son venales las muertes
si las pensamos como parte del tiempo”
“y dirigió para exaltaciones y pena
la incertidumbre de otros”
“y es menos una injuria que una piedad
demorar su infinita disolución
con limosnas de odio”