Tramadores de albedríos

Una casa roída, un jardín particular,

una flama encendida en pleno Tucumán.

No sabemos ahora cuando estaban,

no sabemos ahora su idea anhelada.

O tal vez sí.

Sin tartamudear coherencias escribieron con valor,

jamás se titubea si te inspira la convicción.

Ellos la formalizaron,

hoy es conocida, es una declaración.

Quisieron cambiar las humanas mediciones,

y propusieron una singular medición:

“¡De ahora en más serán libres, 

los hombres de esta nación!”

Ni linaje, ni nobleza, ni corona,

ni sangre, ley propia, duque o condesa.

De ahora en más hombre floreciente,

Serás lo que tu mérito te haga.

Serás también lo que las otros han hecho contigo

“Florece para siempre aquí: ¡Libertad!,

estas falanges lo afirman y señalan.

Rubrique mi firma el anhelo del pueblo”

Te puede interesar

Deja una respuesta

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *