Si florece el retoño, no nos desvaneceremos
En las luchas diarias y olvidables de las rutinas laborables
Y si me mira con sus ojos, las grises tardes serán cielos color perla
Si el retoño florece entre el vendaval de su mundo,
Y su atención se posa en mí,
Espero tornar ese minuto en una pompa de alegría.
Tal vez en una entraña de reflexión, incluso algún artilugio de las mañerías
Que algunos llaman paternidad, también maternidad.
Sí el retoño florece se detendrá el mundo.
No existirá ni ruido, ni voces, ni opiniones, comercio, miedos ni contradicciones
El tiempo nos dirá que es el momento de ninguna parte.
Que está en cada instante, y que será el único que podrá sobrevivirnos.
Cuando seamos nada, tal vez, ayudemos que en alguna parte del retoño suceda la magia:
Complete su todo.