El buen salvaje del siglo XXI: el inconforme.
Hay libros que representan épocas, en la literatura, en las ciencias sociales, el arte; en muchos ámbitos en general. El management es uno de ellos. Quizá el más salvaje de todos donde los cambios de ayer quedan eclipsados por las modas de hoy. Tal vez la lucha salvaje por el primer puesto se la llevan los operadores bursátiles. Que en su tempestad por el dinero no hacen foco a situaciones muy similares del pasado. Desterrando esa sabiduría al lujo del modesto académico.
Los hombres y mujeres que han llegado al siglo XXI de la mano de la informática son los nuevos y enormes titanes del conocimiento. Los modelos a seguir, las métodos a implementar y la forma cómo se deben encarar las cosas. A ese colectivo que ha podido encumbrarse en la vida empresarial hoy se los conoce como: inconformistas.
Y tiene su libro inspirador, para todos aquellos que aspiren a ser lo mismo. Es el libro de Adam Grant donde nos señala: “Cómo los inconformes mueven al mundo”.
El libro toma cuestiones básicas y conocidas: Ir contra la corriente, reconocer las ideas originales, ser frontal con lo que uno piensa, promover la originalidad, repensar el rol del grupo y el manejo de las emociones. Y las vanagloria, creyendo que es la primera vez en la historia de la humanidad que se hace.
El Panfleto de los nombres triunfantes.
Durante el libro nos encontramos con las prácticas típicas llevadas adelante por los nombres exitosos que llegaron. Un panfleto de buenas intenciones inspiradas sólo por el éxito que se tuvo. Es como hablar sólo de futbol pensando en Messi y no en Carlovich. Porque, si mirásemos el otro lado del moneado lograríamos eclipsar este recetario del éxito por el cementerio de muertos que, olvidados y pobres, están hoy en día por el mundo.
En esta nueva resurrección de los valores ‘incómodos’ lo que vemos en realidad es la inconformidad de la educada, acorde y feliz. La ‘inconformidad’ del niño bien es la hermosa base del dicho, que sostiene:
Niño bien, pretencioso y engrupido,
Que tenés berretín de figurar;
Esta inconformidad que nos augura el éxito de ser original sin ser “Salvaje”. En realidad es el libro para ser un pionero continuador antes que un disconforme creador. Es el libro para todo aquel que sabe que tiene la oportunidad porque “La originalidad no es un rasgo fijo. Es una elección libre” (Pág. 43)
El libro también nos habla del arte como una ayuda para ser más originales. Porque no le importa el arte como expresión de humanidad. Sino como una de las más interesantes herramientas que “esta combinación única de experiencia amplia y profunda es fundamental para la creatividad. En un estudio reciente en que se comparan todos los científicos ganadores del Premio Nobel entre 1901 y 2005 con los típicos científicos de su misma época revela que ambos grupos lograron una amplia experiencia en sus respectivos campos de estudio, pero los ganadores del Premio Nobel eran infinitamente más propensos a estar involucrados en artes que los científicos menos dotados” (Pág. 70). Una idea, crápula y nada original.
Así podríamos seguir por horas hablando sobre la profunda originalidad de estas personas. Pero esta inconformidad esconde un pequeño detalle. Es siempre una inconformidad que pide permiso, que no es violenta, que no lucha que no es salvaje. Y muchas veces, la gente es inconforme no por libre elección sino porque no le queda otra oportunidad.
La historia del mundo.
Este libro, de ágil lectura y divertido, puede ser leído y disfrutado. Sin embargo no hay que olvidar que es sólo un panfleto de aquellos que han llegado con su correcta reverencia y su adecuado comportarse. El problema no es el libro, sino sus lectores. Lo tenemos que leer, es necesario para que nos logren empujarnos a creer que ellos realmente son los “Originales”.
Es verdad que el mundo ha cambiado por muchas cuestiones, pero no por esta cultura que nos traen los hamlets modernos. Sino que, la cultura de la disidencia ha sido llevada a cabo por años y por generaciones de hombres y mujeres que han luchado, con ideas, con espadas, puños y palabras para lograr un lugar diferente. Hablemos de: Los Medicci, Maquiavelo, Moliere, Sarmiento, Hipatia. Leamos las crónicas florentinas de Villani, Historia del Siglo XX de Hobsbawm, Esquema de la Historia de Hartmann.
Leamos Historia que ahí encontraremos muchos originales de verdad y estaremos vacunados cuándo los lectores de libros similares como estos aparezcan y nos digan que van a salvar y cambiar a la humanidad. Tal vez no cambiemos las modas. Pero seremos originales: podremos pensar.