Un lugar del mundo me espera para que lo habite.
Mi destino se apresura a no darme su deleite.
Mi propio amor me entrega este desquite:
Me hicieron para que nadie me necesite
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¿He llegado para que me miren y definan límite?
La sombra de otros se apresura a cerrar mi cielo con fronteras.
No me hostigan, tampoco silencio mi anhelo más puro:
Emprenderé la transformación de una parte de mi mundo.
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En las arcas cercanas de sueños llegaré a sus convites.
En esas miradas perplejas comandaré nuevas moralejas:
historias novedosas, que mi personaje romperá en fronteras.
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Todas las miradas que me trajeron para que sea reemplazo,
No podrán dejar de perder en sus sueños:
que mi vida me sea ajena.
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Les daré mi propia libertad emprendida.
Fruto de la sangre de mis ventas.
También habrán ayudado los músculos de mi brazo.
Y este talento por cambiar las cosas,
que me es innato.
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No me olvidé de mí mismo en el camino espinoso,
tampoco el mareo llegará si mi ascenso es presuroso.
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Observaré a los costados
la primavera reventará con mi alegría,
placentero me habré sentado.
habré sido arquitecto de toda esta empresa.
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La más importante de toda:
Emprendí la tarea que mi vida no me ha sido ajena
