Memorias de Adriano – Marguerite Yourcenar

  • Aumula vagula Blandula, o conclusión de un hombre sobre el Ser Humano, tal vez sobre lo Humano del Ser, su naturaleza, debilidades y fortalezas.

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“El amor es el único de nuestros juegos que amenaza con trastornar el alma, y el único donde el jugador se abandona por fuerza al delirio del cuerpo”

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“Reconozco que la razón se confunde frente al prodigio del amor, frente a esa extraña obsesión por la cual la carta, que tan poco nos preocupa cuando compone nuestro cuerpo, y que sólo nos mueve a lavarla, a alimentarla, y llegado el caso, a evitar que sufra, puede llegar a inspirarnos un deseo tan apasionado de caricias, simplemente porque está animada por una individualidad diferente de la nuestra y porque presenta ciertos lineamientos de belleza, sobre los cuales, por lo demás, los mejores jueces no se han puesto de acuerdo. Aquí la lógica humana se queda corta, como en las revelaciones de los misterios y no se ha engañado la tradición popular que siempre vio en el amor una forma de enunciación, uno de los puntos de contacto de lo secreto y lo sagrado.

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“Los criterios sobre el amor podrían inducir a una carrera de seductor. Si no la seguí, se debe sin duda a que preferí hacer, si no algo mejor, por lo menos otra cosa. A falta de genio, esa carrera exige atenciones y aún estratagemas para las cuales no me sentía destinado”

“La técnica del gran seductor exige, en el paso de un objeto amado a otro, cierta facilidad y cierta indiferencia que no poseo”

“El deseo de detallar exactamente las riquezas que nos aporta cada nuevo amor, de verlo cambiar, envejecer quizá, no se concilia con la multiplicidad de conquistas”

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“¿Qué es el insomnio sino la obstinación maníaca de nuestras inteligencias en fabricar razonamientos, silogismos y definiciones que le pertenezcan plenamente, qué es sino su negativa de abdicar en la divina estupidez de los ojos cerrados y de la sabia locura de los ensueños¿

El hombre que no duerme se rehúsa con mayor o menor conciencia a confiar en el fluir de las cosas”

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“Como todo el mundo, sólo tengo a mi servicio tres medios para evaluar la existencia humana:

(1), El estudio de mi mismo, que es el más difícil y peligroso, pero también el más fecundo de los métodos; (2) La observación de los hombres, que logran casi siempre ocultarnos sus secretos o hacernos creer que los tienen; y (3) los libros con los errores particulares de perspectiva que nacen entre sus líneas.”

  • Varus multiplex Formis

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“Si alguna vez me toca sufrir la tortura, y sin duda la enfermedad se encargara de someterme a ella, no estoy seguro de poder conservar la impasibilidad de un Trasea, pero al menos me quedará el recurso de resignare a mis gritos.”

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“Serviano hubiera debido darse cuenta de que no es tan fácil impedir que un hombre resuelto camino, a menos de matarlo, y era demasiado cobarde para llegar a ese punto.”

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“Una cosa es admirar a los grandes filósofos y otra tener a su lado a un joven teniente altamente teñido de literatura”

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“Un ser embriagado de vida no prevé la muerte; ésta no existe, y él la niega con cada gesto. Si la recibe, será probablemente sin saberlo; para él no pasa de un choque o un espasmo.

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“Con los años ese jovenzuelo que yo era, aquel que opinaba sobre cualquier cosa, empezó a variar, poco a poco; yo, un recién venido entraba en función, un hombre de teatro, un director de escena.

Aprendía, en el transcurso del tiempo, ladrón de mi juventud, a no abusar del monólogo.

Poco a poco mis actos me iban formando.”

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“Pero la maldad de muchos rivales, que me asolaron muchas veces mis caminos de amigos y compañeros mostraban una característica similar: Una espesa cordura, algo como una rancia prudencia emanaba de su persona.”

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“La particularidad de muchos amores es su liviandad. El suyo, particularmente del que hablaba sin cesar, me parecía a veces tan liviano como sus guirnaldas, una joya de moda, un accesorio costos y frágil.”

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“Un hombre que lee, que piensa o que calcula, pertenece a la especie y no al sexo; en sus mejores momentos llega a escapar a lo humano. Pero sus amantes parecían empecinarse en pensar tan solo como mujeres; el espíritu o el alma que yo buscaba no pasaba todavía de un perfume.”

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“Temía que el amor desaparezca, que así como una flor se marchite y no vuelva a ser lo que fui; temía envejecer, pero ese sentimiento no lo experimentamos jamás por aquellos que hemos amado verdaderamente. Cada momento es un nuevo descubrimiento”

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”Todo, en aquel personaje, me era odioso: Su lujo bárbaro el presuntuoso ondular de sus velos blancos ceñidos con una cuerda de oro, sus ojos arrogantes y falsos, su increíble crueldad con los vencidos y los que se sometían”

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“En el correr de los años de los hombres su personalidad se asienta. Cambian, pero son los mismos ¿Cómo conservar la virtud cuando los años nos otorgan la seguridad de la palabra ante los nuevos hombres que desandan su camino en la tierra? ¿Cómo hacer para que la firmeza no se convierta en obstinación, las aptitudes para lo inmediato y lo práctico, en una total negativa a pensar? Jamás lo sabré hasta que no lo vea, pero ¿Cómo puede suceder que el tierno respeto que se siente por una esposa se transforme en una dependencia casi senil ante aquella mujer?.”

80

“Es generosa por decisión antes que por naturaleza.”

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“Los años enseñaron [Dijo Galileo] que tener razón demasiado pronto es lo mismo que equivocarse”

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“Una calma extraordinaria se había adueñado de mí: la ambición y temor por mi futuro parecía una pesadilla terminada. Siempre había estado decidido a defender hasta el fin mis posibilidades imperiales, pasará lo que pasare; pero el acto de adopción lo simplificaba todo. Mi propia vida ya no me preocupaba; podía otra vez pensar en el resto de los hombres.

  • Tellus stabilita.

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“Los oasis se repoblaban de mercaderes que comentaban las noticias a la luz de las hogeueras  y que cada mañana, al cargar sus mercaderías para transportarlos a países desconocidos, cargaban también cierto número de ideas, de palabras, de costumbres bien nuestras, que poco a poco se apoderarían del globo con mayor seguridad que las legiones”

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“La moral es una convención privada, la decencia, una cuestión pública.”

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“Todo placer regido por el gusto me parecía casto” Adriano, magnífico romano, puede utilizar aquí una gran cantidad de concepciones sobre la vida y el gusto para así dar una definición coherente y propia de lo que es la castidad. Hay mucha gente que contiene dentro de si la idea de que la castidad es abstinencia sexual. Ellos no dicen bien. La castidad; si no es en cierto sentido por lo menos lo será en uno de sus vectores, está regida por el gusto. Durante muchos años, de la historia, e incluso de nuestras propias vidas, nos vemos arrastrados a concebir que nuestros gustos están mal diseccionados. Ahora digo ¿Cómo pueden saberlo si ni siquiera conocen que pretende lograr mi voluntad? Es obvia la respuesta. El problema no soy yo, que camino por el mundo buscando mis gustos y mi subjetividad sino ellos que “Son pensados” vaya a saber por quien, quienes. La tristeza al ver que una persona se lleva por prejuicios me hace siempre pensar a la alegoría de la caverna. ¿Acaso no son ellos los que sin transcurrir la vida por un camino propio y singular se convierten en castos al no entender sus propios placeres? ¡¡Castidad por ceguera!! Esa es la idiotez de la tan moderna modernidad. Esa es la alegoría de los nuevos tiempos. Su tan agraciado “Realismo”

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“Ebrio de rechazo”

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“El renunciaba a demasiadas cosas y yo no había tardado en darme cuenta de que nada era tan peligrosamente difícil como renunciar.” Aquí Adriano al hablar de la renuncia lo hace en referencia no a un abandono en la competencia, propiedad singularmente discernible en los cobardes, o en aquellos que ya prevén su derrota. Sino más bien como abstención. Ese rendición, que aunque no sea encomiable, por lo menos no es denigrante.

  • Saeculum avrem

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“El problema del suicidio que había de obsesionarme más tarde, me parecía entonces de fácil solución.”

“Las fechas se mezclan; y mi memoria, con los años, compone un solo fresco donde se acumulan los incidentes y los viajes de diversas temporadas.”

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“La perfección trajo en mí una melancolía fugitiva que me apretó el corazón. Pensé que las palabras de culminación, de perfección contienen en sí misma la palabra fin; quizá no había hecho otra cosa que ofrecer una presa más al tiempo devorador”

Las prácticas en cada vida tienen un desarrollo. Pero estas no están separadas de quien las realiza. Carácter, temperamento…etc., la personalidad influye. Y si bien hay veces algunas industrias son más toleradas que permitidas hay otro nivel de análisis donde podemos ver, o más bien apreciar (iba a decir discernir pero tanta pedantería me asfixia) Si la danza pasa a se vértigo o el canto un grito.

172

“ Habíase despertado en mí la curiosidad por esas regiones intermedias donde el alma y la carne se confunden, donde el sueño, responde a la realidad y a veces se le adelanta, donde vida y  muerte intercambian sus atributos y máscaras”

173

“¿Será el alma la culminación suprema del cuerpo, frágil manifestación del dolor y el placer de existir? ¿O bien, por el contrario, es más antigua que ese cuerpo moldeado a su imagen y que le sirve bien o mal de instrumento momentáneo?, ¿ Es válido imaginarla en el interior de la carne, establecer entre ambas esa estrecha unión, esa combustión llamada vida? En mí escepticismo luchaba con el deseo de saber y el escepticismo de la ironía.”

176

“Por mi hijo yo era capaz de las cobardías que jamás me hubiera consentido cuando se trataba de sí mismo. Ahora, cediendo como siempre, le prometí el papel principal en la caza del león. No podía seguir tratándolo como un niño y estaba orgulloso de su fuerza juvenil.”

181

“En menos de una hora fui capaz de comprender, ya no de compartir, su pensamiento; Él no hizo ningún esfuerzo por lo que se refiere al mío. Fanático, no tenía la menor idea de que puede razonarse con premisas diferentes de las suyas”

182

“Odio la derrota, aún la ajena; me emocionaba  cuando el vencido era un anciano. La ignorancia de Akiba, su negativa a aceptar nada que no fueran sus libros santos y su pueblo, le confería una especie de íntima inocencia. Pero no era fácil entretenerse con el sectario. La longevidad parecía haberlo despojado de toda flexibilidad humana; su cuerpo descarnado y su espíritu reseco tenían un duro vigor de langosta.”

185

Osiris: Dios de las agonías

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“Éramos jóvenes, la vida, y la muerte eran igualmente embriagadoras y fáciles.”

Su suicidio me sorprendió. Lejos de pensar que lo había amado con exceso me hizo razonar que lo ame lo bastante para obligar al niño a que viviera. El suicidio era… aquella muerte era un don. Pero sólo yo podía medir cuanta actitud fermenta en lo hondo de la dulzura, que desesperanza se oculta en la obligación, cuanto odio se mezcla con el amor. Había hallado el medio de atarme a él par siempre. Si había esperado protegerme con su sacrificio, debió pensar que yo lo amaba muy poco para no darse cuenta de que el peor de los males era el de perderlo. No sabía que el conocimiento también a veces se presenta con la roza negra de la crueldad. Que todavía, aunque mi longevidad hiciese pensar lo contrario, hay lugares en el laberinto del dolor donde no he terminado de andar.

191

“El cielo de bronce de Homero es indiferente a las alegrías y los males de los hombres”

194

“Los años llegaban. ¡Tiempo perdido! Tal como un obrero concienzudo se agota copiando una obra maestra, así me encarnizaba yo exigiendo a mi memoria una insensata exactitud.” ¡Terrible! Los labios y todo aquellos detalles que la convertían en mía se perdía fruto del tiempo. Ya la perdería para siempre convirtiéndome en uno más que sólo habla de sus generalidades.

195

“Un hombre frustrado lloraba vuelto hacía sí mismo.”

197

“La memoria de la mayoría de los hombres es un cementerio abandonado donde yacen los muertos que aquellos han dejado de llorar y querer. Todo dolor prolongado es un insulto al olvido.”

  • Disciplina Augusta

203

“El trivial despliegue de lujo de los ricos”

208

“Toda tolerancia acordaba a los fanáticos los mueve inmediatamente a creer que su causa merece simpatía”

241

“Uno siempre transcurría en esa comodidad de familia en la que todos se mantenían a la defensiva”

242

“Mi opinión sobre él se modificaba de continuo cosa que sólo sucede con aquellos seres que nos tocan cerca; a los demás nos contentamos con juzgarlos en general y de una vez por todas.”

246

“Jamás he creído que la edad sea una excusa para la malignidad humana, antes bien, me parece una circunstancia agravante.”

6) Patientia

261

“La fatiga de mi cuerpo se transmite a mi memoria; ella ahora me traiciona y me hace pensar las distancias más largas, los trabajos más exigentes, que cuando era joven.”

262-263

“Por una íntima contradicción, la ansiedad de la muerte sólo dejo de imponerse en mí cuando los primeros síntomas de mi enfermedad aparecieron para distraerme de ella. Volví a interesarme en la vida que me abandonaba; deseé apasionadamente gozar de mi cuerpo algunos años más.

Estaba de acuerdo en morir; pero no en asfixiarme; la  enfermedad nos hace sentir repugnancia a la muerte, y queremos sanar, lo que es una manera de querer vivir. Pero la debilidad, el sufrimiento, mil miserias corporales, no tardan en privar al enfermo del ánimo para remontar la pendiente. Pronto rechazamos esos respiros que son otras tantas trampas, esas fuerzas flaqueantes, esos ardores quebrados, esa perpetúa espera de la próxima crisis.”

266

“Toda mi vida he tenido confianza en el buen sentido de mi cuerpo, tratando de saborear perniciosamente las sensaciones que ese amigo me procuraba, estoy obligado, pues, a saborear también las postreras.”

“No rehúso ya esa agonía que me corresponde; No le otorgo sollozos de mí a la existencia, la mía ha sido particularmente mía. Curiosamente me he podido pensar a lo largo de toda esta jornada titulad vida. He vivido, estoy calmo. Ese fin lentamente elaborado en el fondo de mis arterias, heredado quizá de un antecesor, nacido en mi temperamento preparado poco a poco para cada uno de mis actos en el curso de mi vida”

269

“Las tranquilas alegrías de la amistad ya no existen para mí; me veneran demasiado para amarme”

Cuadernos de notas de las memorias de Adriano

268

“Hundimiento en la desesperación del escritor que no escribe”

289

“Reconstruir desde adentro lo que los arqueólogos han hecho desde afuera”

291

“La vida de las mujeres es más limitada, o demasiado secreta. Basta con que una mujer cuente sobre si misma par que de inmediato se le reproche una carencia de femineidad”

293

“El tiempo no cuenta. La distancia de los siglos puede reducirse a nuestro antojo (sólo treinta generaciones, por ejemplo)

300

“Hay quienes prefieren hablar de un diario en ves de una memoria. Ignorando que rara vez el hombre de acción lleva un diario; no es sino mucho después al llegar a un periodo de inactividad cuando se pone a recordar, anota y por lo común se asombra”

303

“Me di cuenta muy pronto de que estaba escribiendo la vida de un gran hombre. Por tanto, más respeto por la verdad, más cuidado, y, en cuanto a mí, más silencio.”

“No perder nunca de vista el diagrama de una vida humana, que no se compone, por más que se diga, de una horizontal y dos perpendiculares, sino más bien de tres líneas sinuosas, perdidas hacia el infinito, constantemente próximas y divergentes:

  • Lo que un hombre ha creído ser
  • Lo que ha querido ser
  • Lo que fue

“Todo ser que haya vivido la aventura humana vive en mí”

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