Todo aquel que se haya topado con un libro de economía sabe que una de las relaciones fundamentales que rige e involucra el quehacer económico tiene que ver con la escasez y su gestión. Sabe, de hecho que éste es uno de los pilares fundamentales de la ciencia económica.
Optamos por recordar lo expuesto por el mítico manual de Monchon y Becker: Economía, principios y aplicaciones.
“La Economía se ocupa de las cuestiones que surgen en relación con la satisfacción de las necesidades de los individuos y de la sociedad. La satisfacción de necesidades materiales (alimentos, vestido o vivienda) y no materiales (educación, ocio, etc.) de una sociedad obliga a sus miembros a llevar a cabo determinadas actividades productivas. Mediante estas actividades se obtienen los bienes y los servicios que se necesitan, entendiendo por bien todo medio capaz de satisfacer una necesidad, tanto de los individuos como de la sociedad. La Economía se ocupa de la manera en que se administran los recursos escasos, con el objeto de producir diversos bienes y distribuirlos para su consumo entre los miembros de la sociedad. Por eso algunos autores la han denominado también la Ciencia de la elección.” (Monchón y Becker – Capítulo 1)
Entonces, si economía y necesidad están muy unidas, por intermedio de la escasez los conocimientos de la ciencia económica tienen que tener como foco la distribución eficiente y efectiva, la generación y duplicación ¿O qué otro propósito?
Antonio Elizalde aparece aquí a realizar su crítica al pilar fundamental de la disciplina económica. Su espíritu crítica trata de dar otra visión. Él quiere que la economía sea uno de los pilares del desarrollo humano. Para eso:
- Trata de reencauzar, de manera crítica, el concepto de “Desarrollo Sustentable”.
- Propone una deconstrucción epistemológica (Derrida aparte) del concepto de necesidad.
- Propone al hombre como ser ético (no como ser económico). Intentando así eliminar la noción de que el “Egoísmo moviliza la mano invisible”
- Propone un desarrollo humano y no una simple mirada desarrollista.
Conclusión
Si uno está interesado en una visión crítica sobre bases filosóficos y sociológicas de lo recomiendo. Además está bien escrito y es de lectura ágil. Pero si quiere más sobre tecnicismos económicos no. Se van a disgustar,
Una lectura para el debate.
