La velamos viva

La velamos viva, en las cenas mientras intentaba comer. La velamos viva, porque su sufrimiento nos hacía padecer. La velamos viva. A veces nos inhibió la felicidad. Queríamos vivir pero a veces no teníamos fuerzas. Ella era fuerte, tenía moral alta. Cuando me derrumbaba, me abrazaba y me decía “bueno, de algo hay que morir. Ya está”. Y yo intentaba. Pero la velaba viva. Yo quería cuidarla pero ella consideraba que no era necesario. Yo tenía que seguir con el trabajo con el propósito de mi vida. Pero yo no podía, la velamos viva.:

Porque no se puede hacerse al costado de la vida cuando una de las personas tiene que cargar ese sufrimiento, porque hay que estar ahí para decirle. “No tengo la solución para esto. Pero voy a estar siempre”. Pero a veces nos derrumbamos. Ella y yo. Y la velábamos viva.

Honrar la vida, y hacer todo lo posible por vivir fue el simple suceso y la pequeña lucha. Defender la alegría fue la principal espada. Para los otros momentos: La velábamos viva.

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